domingo, 21 de marzo de 2010

La segunda

La primera fue la anterior. Ésta era la segunda. La mediana de reuniones no es mala si nos fijamos en el percentil cincuenta de nuestra quinta de exs. Progresa adecuadamente, aunque se puede mejorar.

Dicen que el que se va sin que le echen, vuelve sin que le llamen. Pues eso hice yo. Y como sólo respondió negativamente Borin al post semiencriptado de la semana pasada, supuse que las obligaciones, incluso las familiares, pesarían mucho en el puente del padre. No me equivoqué mucho.

Pero a lo lejos, desde Puente Arce, escuché nítidamente un son de paz, y yo imaginé que era un tono de guerra. ¡Bingo! ¿Algún otro virgo en la sala?

Y fijamos el desencuentro a las 11 en el A11. Bueno, en realidad era a las 10 en el A11, pero no está la cosa para detalles sin importancia y, además, no rima.

De sopetón en sopetón se fueron uniendo los demás. El presbiteriano. El anabaptista. El judío. El mahometano. Y hasta el Cristiano Ronaldo. Sólo faltaste tú.

Seguro que no te interesan los detalles de fondo. Haces bien, porque sólo puedo contarte que nos obligaron a ser felices. Y nosotros obedecimos.

Hasta poco.



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