miércoles, 20 de julio de 2011

Mis cardinales (8)

Dicen que el hábito de ver desgraciados y sus desgracias endurece el corazón. Es lógico. Por eso lo que se sobreentiende, lo irónico, lo sarcástico, lo cáustico, juega una función tan precisa en la vida.

Quizá por eso hoy me haya acordado de ‘todavía una canción de amor’, que lleva el sello indeleble de Sabina, y que no necesita ni testigos ni desgracias para cantarla más de dos veces seguidas.

’Todavía una canción de amor’. Año 1995. Joaquín Sabina/Andrés Calamaro. 'Palabras más, palabras menos'. Los Rodríguez. Warner music.


1 comentario:

Ro dijo...

Ex-pectacular!!