56.
Los hay raros, porque se rascan pensativos la melena. Los hay infelices, porque
calculan el coste del placer remunerado.
57.
Los hay raros, porque se toman en broma el extranjero de Camus. Los hay
infelices, porque se toman en serio el amor y la pedagogía de Unamuno.
58.
Los hay raros, porque piensan que el matrimonio es una formalidad necesaria.
Los hay infelices, porque empezaron un proyecto de gestación fuera del
matrimonio.
59.
Los hay raros, porque quieren escribir álgebra en verso. Los hay infelices, porque
creen que es echar a perder el álgebra y el verso.
60.
Los hay raros, porque se burlan de los que no comprenden las burlas. Los hay
infelices, porque no saben deletrear la verdad cubierta por la ironía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario