jueves, 6 de septiembre de 2012

Raros e infelices

161.       Los hay raros, porque saben que su padre disfruta con la naturaleza de la vecina del quinto. Los hay infelices, porque saben que su madre disfruta con el divorcio del vecino del quinto.

162.       Los hay raros, porque esconden el eco de su propio dolor. Los hay infelices, porque muestran el eco del dolor ajeno.

163.       Los hay raros, porque su media naranja esta partida por la mitad. Los hay infelices, porque su mejor mitad no encuentra su media naranja.

164.       Los hay raros, porque no besan labios en las despedidas. Los hay infelices, porque besan labios en las bienvenidas.

165.       Los hay raros, porque sus amantes siempre les susurran un vuelva usted mañana. Los hay infelices, porque sus amantes siempre les susurran un sálvese quien pueda.

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