sábado, 3 de noviembre de 2012

Raros e infelices

306. Los hay raros, porque se desnudan sin quitarse la ropa. Los hay infelices, porque se visten sin ponerse la ropa.

307. Los hay raros, porque se ríen cuando vale la pena. Los hay infelices, porque lloran cuando no vale la pena.

308. Los hay raros, porque dejan de rezar cuando pierden la fe. Los hay infelices, porque siguen rezando cuando pierden la fe.

309. Los hay raros, porque han aprendido a distinguir los silencios de los secretos.  Los hay infelices, porque no han aprendido a distinguir los ruidos de los sonidos.

310. Los hay raros, porque se les ocurren buenas ideas, pero luego las olvidan. Los hay infelices, porque se les ocurren malas ideas, pero luego las recuerdan.

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