lunes, 5 de noviembre de 2012

Raros e infelices

311. Los hay raros, porque creen que su sambenito es su mejor tarjeta de visita. Los hay infelices, porque creen que su sambenito es su peor desprestigio.

312. Los hay raros, porque disfrutan con la anormalidad de la vida cotidiana. Los hay infelices, porque disfrutan con la cotidianidad de los anormales.

313. Los hay raros, porque surgen de la melancolía y desembocan en la ironía. Los hay infelices, porque surgen de la ironía y desembocan en la tristeza.

314. Los hay raros, porque empiezan los cuentos por el final. Los hay infelices, porque no empiezan las cuentas por el principio.

315. Los hay raros, porque pronuncian igual el plural que el singular. Los hay infelices, porque pronuncian igual el sexo que el seso.

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