A mi diestra los más siniestros, los pordioseros sin dios, los herederos desheredados, los mediocres enamorados y los que crecieron cerca del mar.
A mi siniestra los más diestros, los extraños extrañados, los divinos de la vida y los que murieron lejos del mar.
Arriba los bajos, descubiertos los magos y concienzudos los que se ahogan en dos vasos de agua.
Abajo los altos, los impulsivos que se lo ganaron a pulso, los abatidos con versos letales y los que se sumergieron en un mar de lágrimas.
Dentro los más salidos, los enfermos con mala salud de hierro, los enanos mentales y los que se fueron allende los mares.
Fuera los semejantes, los parecidos razonables, los indolentes radicales y las mareas negras que salen a flote.
Cantando sin parar las haches mudas. Escribiendo a ratos las hojas en blanco. Desenredados los fractales. Relucientes los locos de atar. Desdibujados los animados. Expatriados los nacionales. Y, por supuesto, felices los infelices.
domingo, 28 de abril de 2013
martes, 23 de abril de 2013
jueves, 18 de abril de 2013
viernes, 12 de abril de 2013
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