domingo, 16 de junio de 2013

A Begoña

Los vivos invaden los cuerpos de los otros vivos, incluso después de muertos. Viene a ser lo que comúnmente denominamos ‘cariño’, supongo. Y ese cariño es lo que yo siento ahora, a pesar de la muerte de Begoña, la madre de Toy y de Miki. Porque hay personas especiales, como ella, capaces de hacerte regalos en forma de cariño después de muertas.

A mí me parece que entre la noche del sábado 15 de junio y la mañana del domingo 16 hayan pasado muchos años. Casi tantos como los que conozco a la entrañable familia Martín Valdería, porque los buenos tiempos siempre dejan bonitos desperfectos cuando se pierden.

Por eso ahora me acuerdo de cosas tan estúpidamente maravillosas como las salchichas con vino al microondas, o el chiringo, o la celebración de la virgen del rocío en la iglesia de San Roque, la misma en la que se despedirá mañana Begoña de sus gentes.

Todos los que queremos tanto a esa familia tenemos metido en el cuerpo la pena, pero yo, aunque no los haya visto, no dejo de ver los ojos de luto de un gran amigo.


Mucho ánimo, y descansa en paz, querida Begoña

4 comentarios:

BORJAMON dijo...

Si de algo tenemos que alegrarnos, amigo Salva, es precísamente de lo que deja: fenomenales recuerdos, su incondicional marido Armando y sus maravillosos hijos, nuestros AMIGOS Toy y Miki. Un abrazo.

Pancho dijo...

Para qué añadir nada a lo que ya habéis dicho?
Un Abrazo

JAVI-SHATT dijo...

ENORMES PALABRAS,SHATVIN!!!
UNA FAMILIA EJEMPLAR Y UNOS GRANDES AMIGOS LOS VALDERIAS.
D.E.P.

JAVI-SHATT dijo...

ENORMES PALABRAS,SHATVIN!!!
UNA FAMILIA EJEMPLAR Y UNOS GRANDES AMIGOS LOS VALDERIAS.
D.E.P.